Excavaciones arqueológicas en la cloaca romana de Calagurris

La ciudad de Calahorra se corresponde con la antigua Calagurris, ciudad romana enclavada en el valle medio del Ebro, a la cual Augusto concedió la ciudadanía a sus habitantes en las postrimerías del siglo I a.C.
Calagurris contaba con un suministro continuo de agua a través del acueducto proveniente de sierra La Hez, desde donde se canalizaba el agua de los manantiales allí existentes. Tras pasar por el castellum aquae, ya en el interior de la ciudad, ese agua junto con la procedente de la lluvia recogida en cisternas y la subterránea extraída mediante pozos, se repartía entre fuentes, termas, establecimientos públicos y privados, además de las viviendas. Una vez utilizado ese importante volumen de agua, era necesario sacarlo de la ciudad, retornándolo al ciclo natural y para ello era imprescindible una planificación e infraestructura adecuada que hiciera posible la correcta evacuación de las aguas sucias.
En 1979, el desescombro de una bodega en el n. 50 de la c/ San Andrés dejó al descubierto una galería que atravesaba transversalmente la calle y que se identificó como un colector de aguas fecales de época romana. En 1987, el desescombro de otra bodega, en el n. 27 de la misma calle, da como resultado el hallazgo de un nuevo tramo de cloaca de las mismas características constructivas que la anterior, aunque de dimensiones, pendiente y trazado distintos. Durante las obras de reforma de la planta baja del inmueble se pusieron al descubierto los muros norte y este de una piscina en opus camenticium situada exactamente sobre la cloaca, además de un orificio en la bóveda. Estos hallazgos hiceron suponer la posibilidad de que este colector recogiera, no solo las aguas sucias de la zona del cerro de San Francisco, sino que también fuera utilizado como desagüe de la piscina ubicada sobre la cloaca.
Estas cloacas, construidas en opus caementicium, marcan un trazado este-oeste coincidiendo seguramente con el decumano de la ciudad. La canalización tiene una anchura de 63 cm y altura 1,40 m, estando libre de sedimentos en un tramo de 30 metros, habiéndose encontrado en su interior numerosos e importantes hallazgos.
Durante 2021 se va a llevar a cabo la urbanización de la plaza donde, en el subsuelo, está ubicada la cloaca. El proyecto que se va a ejecutar, denominado 'Impluvium', ha sido redactado por el arquitecto José María Sánchez García, ganador del concurso de ideas convocado en diciembre del 2017. «Se trata de un proyecto transformador del casco antiguo de Calahorra, que persigue la puesta en valor de un patrimonio histórico tan relevante como son las cloacas romanas, permitiendo su acceso a través de un sistema de patio perimetral que pone en contacto esa cota baja de las cloacas con la de la plaza». Los trabajos contemplan la consolidación y resaltar el tramo de la cloaca romana, así como también la urbanización del espacio libre público que sea generado en el ámbito afectado y su conexión con las calles que lo delimitan. Esta actuación se realiza en el marco del Programa de Rehabilitación del Patrimonio Arquitectónico, que consiste en la ejecución de obras relevantes de rehabilitación del patrimonio arquitectónico español y dotación de equipamientos públicos.
Antes de que empiecen las obras, la asociación Amigos de la Historia de Calahorra, gracias al apoyo recibido por el Ayuntamiento de Calahorra y financiado a través de una campaña de crowdfunding a través de la plataforma Verkami, vamos a llevar a cabo una excavación arqueológica en el interior de la cloaca llevada a cabo por técnicos arqueólogos que permita con metodología científica aportar datos para el conocimiento de esta infraestructura singular de la que solo unas pocas ciudades disponían y documentar así, aspectos funcionales, estructurales y cronológicos. Hay que tener en cuenta que los 45 m que los Amigos de la Historia de Calahorra acondicionamos para la visita, fueron el resultado, exclusivamente, de su vaciado en los años 80 pero, por lógica, la canalización continúa en un sentido y en el otro, siendo necesaria su excavación por técnicos cualificados.
Así será posible el sueño de la asociación: una apertura al turismo de este espacio arqueológico singular.